Antes de comenzar con el tema que nos interesa informar, daremos una breve introducción acerca de los cambios a lo largo de la historia que tuvo la infancia.
Sabemos que muchos años atrás, para especificar un poco mas, antes del siglo XVIII, los niños no eran diferenciados de los adultos."Los niños debían ser hábiles, optimistas, comunicativos y conocedores de las cosas practicas; modernos flexibles, adaptables, etc., mientras que las niñas eran instruidas para ser esposas y futuras madres" (1).La niñez, en ese entonces, solo abarcaba de los 5 a los 6 años de edad.
El estado era el encargado de la planificación y educación de niño, es decir, se ocupada de la trasmisión de valores, costumbres, creencias, etc.; al igual que la familia.A fines del siglo XVIII comienza el interés por la infancia, a quienes se les asignan espacios propios donde permanecer. Surgen así los cambios de vestimenta, las plazas de juegos, la masificación de juguetes y lo más importante, las literaturas infantiles.
Luego de la 1º y 2º Guerra Mundial cobra impulso los Derechos Humanos, por las atrocidades cometidas en dichas guerras y en 1948 de proclaman los Derechos Humanos en donde se reconocen también a los niños y a las niñas.[...]
Con el comienzo de la globalización cambiaron las comunicaciones gracias a las nuevas tecnologías que se habían impuesto en la sociedad, lo que genero que las personas ya no se sientan tan solas. El problema fue que esta globalización y la masificación de los medios de comunicación generaron una ruptura y el surgimiento de problemas económicos (desocupación, exclusión social) y el cambio en las relaciones en los sectores familiares. "El trabajo dejo de ser un instrumento de inclusión de los individuos a la red social." (2)
El autor García Canclini señala que "las nuevas generaciones se les propone globalizarse como trabajadores y como consumidores".(3)
En los niños y en los jóvenes las nuevas tecnologías abren campos no imaginados, despiertan en ellos la curiosidad, la investigación y el descubrimiento de nuevas cosas.La familia hoy en día ha dejado de ser una estructura organizada y va perdiendo sus funciones."Los niños han abandonado la esfera domestica y ven a la familia como un lugar de encuentros privados" (4), y comienzan a socializarse mas con lo que encuentranafuera de su familia.
•Lo que se plantean muchos autores es: ¿Que es la infancia?Para esta pregunta no hay una sola respuesta. La infancia implica una construcción social, es decir, se configura con los momentos históricos y culturales que se estén viviendo.Ya que mencionamos lo que han provocado las tecnologías en la sociedad, cabe decir que en la modernidad se ha producido un quiebre en la infancia, por ese motivo encontramos dos tipos de infancia:
1. Los que tienen acceso a internet o la llamada infancia de la realidad virtual (que se encuentran con realidades, tienen experiencias y posibilidades) y;
2. los que no acceden a internet (que están alejados del mundo, en forma independiente, que viven de la calle o trabajan desde chicos).
Encontramos también dos visiones acerca de la niñez:
• discurso sobre la “muerte de la infancia” (los autores dicen que la niñez ya no existe) y;
• el optimismo embriagador que aplaude a la nueva autonomía de “Generación electrónica” (que ven a la tecnología como un método de estimulación)
Para concluir un poco el tema que trabajamos, podemos decir que hoy los medios de comunicación, exclusivamente internet, han cambiado el mundo moderno, tanto a los niños como a los adultos, porque además queda comprobado que "los juguetes de los chicos también son los juguetes de los grandes" (5) [...].
Bibliografía:
(1) Aries, P.El niño y la vida familiar en el Antiguo Regimen, Madrid, Taurus, 1987.
(2) Sennett, R.La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, Barcelona, Anagrama, 2000.
(3)Garcia, N, Diferentes, desiguales, desconectados: mapas de la interculturalidad, Barcelona, Gedisa, 2005.
(4)Duby.G, Historia de la vida privada, Buenos Aires, Taurus, 1988.
(5)Fresan.R, "Ser de juguete", Diario pagina 12, Argentina, 5 de enero de 2005.
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